Me parece verte en la penumbra de tu habitación,
acariciando el espacio vacío a tu lado sobre la cama,
el lugar donde ahora sólo descansa una ausencia.
Tan frágil. Tan sola.
Y no sé cómo alcanzarte, y no sé cómo decirte que no me tienes que
culpar por estar sola, porque yo nunca dejé de soñar.
Fuiste tú quien despertó.
Kalton Bruhl