martes, 1 de julio de 2008

EL PODER DE LAS PALABRAS

''EL PODER DE LAS PALABRAS''

Las palabras no se las lleva el viento, las palabras dejan huella, tienen poder e influyen positiva o negativamente.

Las palabras curan o hieren a una persona. Por eso mismo, los griegos decían que la palabra era divina y los filósofos elogiaban el silencio.
Piensa en esto y cuida tus pensamientos, porque ellos se convierten en palabras, y cuida tus palabras, porque ellas marcan tu destino.
Piensa muy bien antes de hablar, cálmate cuando estés airado o resentido y habla sólo cuando estés en paz. Recuerda que las palabras tienen poder y que el viento nunca se las lleva.

Las palabras encierran una energía que bien puede ser positiva o negativa.
Recuerda:
"Una cometa se puede recoger después de echarla a volar, pero las palabras jamás se podrán recoger una vez que han salido de nuestra boca".

El Poder De Las Palabras

Un grupo de ranas viajaba por el bosque y, de repente, dos de ellas cayeron en un hoyo profundo. Todas las demás ranas se reunieron alrededor del hoyo.
Cuando vieron cuan hondo era el hoyo, le dijeron a las dos ranas en el fondo que para efectos prácticos, se debían dar por muertas. Las dos ranas no hicieron caso a los comentarios de sus amigas y siguieron
tratando de saltar fuera del hoyo con todas sus fuerzas. Las otras ranas seguían insistiendo que sus esfuerzos serían inútiles.
Finalmente, una de las ranas puso atención a lo que las demás decían y se rindió. Ella se desplomó y murió. La otra rana continuó saltando tan fuerte como le era posible. Una vez más, la multitud de ranas
le gritó que dejara de sufrir y simplemente se dispusiera a morir. Pero la rana saltó cada vez con más fuerza hasta que finalmente salió del hoyo.
Cuando salió, las otras ranas le preguntaron: "¿No escuchaste lo que te decíamos?" La rana les explicó que era sorda y que ella pensó que las demás la estaban animando a esforzarse más y salir del hoyo.

No debemos olvidar que la lengua tiene poder de vida y muerte. Una palabra de aliento compartida a alguien que se siente desanimado puede ayudar a levantarle y finalizar el día. Y una palabra destructiva a alguien que se encuentre desanimado puede ser lo que acabe por destruirlos. Por eso debemos tener mucho cuidado con lo que decimos.

Hablemos de vida a aquellos que se cruzan en nuestro camino. El poder de las palabras... a veces es difícil comprender que una palabra de ánimo pueda hacer tanto bien. Cualquiera puede hablar palabras que roben a los demás del espíritu que les lleva a seguir en la lucha en medio de tiempos difíciles. Especial es el individuo que toma tiempo para animar a otros. Dispongámonos a ser especiales para los demás.

Una sabia y conocida anécdota árabe dice que en una ocasión, un Sultán soñó que había perdido todos los dientes. Después de despertar, mandó llamar a un Adivino para que interpretase su sueño.

- Qué desgracia Mi Señor! - exclamó el Adivino - Cada diente caído representa la pérdida de un pariente de Vuestra Majestad.

Qué insolencia! - gritó el Sultán enfurecido ¿Cómo te atreves a decirme semejante cosa? Fuera de aquí!!!

Llamó a su guardia y ordenó que le dieran cien latigazos.
Más tarde ordenó que le trajesen a otro Adivino y le contó lo que había soñado.

Éste, después de escuchar al Sultán con atención, le dijo:

Excelso Señor! Gran felicidad os ha sido reservada. El sueño significa que sobreviviréis a todos vuestros parientes.

Iluminose el semblante del Sultán con una gran sonrisa y ordenó le dieran cien monedas de oro.

Cuando éste salía del palacio, uno de los cortesanos le dijo admirado:
-No es posible!, la interpretación que habéis hecho de los sueños es la misma que el primer Adivino. No entiendo por qué al primero le pagó con cien latigazos y a ti con cien monedas de oro.
Recuerda bien amigo mío - respondió el segundo Adivino - que todo depende de la forma en el decir....

La palabra articulada es uno de los más grandes privilegios humanos. La palabra hablada o escrita es la expresión más perfecta de nuestro pensamiento, nos revela al mundo exterior y es el vínculo más potente y eficaz de nuestras relaciones recíprocas.

Ella tiene un valor psicológico de proyecciones morales independientes de su valor gramatical; una misma palabra según su intención puede expresar estados de espíritu completamente opuestos.
Jesús nos hizo saber que nuestra boca habla de la abundancia que hay en nuestro corazón (Mat.12:34).

Santiago nos presenta la palabra como un poder (Stg. 3:5).
Las guerras empiezan y terminan con las palabras.
La riqueza y la pobreza están en poder de la lengua (Prov. 14:24).
Y aun el juicio final será en consecuencia a nuestras palabras (Mat.12:37).
Pablo ordeno a Timoteo a que fuera un ejemplo de los creyentes en palabra...(1 Tim. 3:12).
Para hablar bien se deben tener en cuenta al menos los siguientes puntos:
Escuchar (Prov. 18:13)
El que responde palabra antes de oír, le es fatuidad y oprobio.
Prestar atención a la Palabra de Dios (Prov.4:20) Hijo mío, esta atento a mis palabras; Inclina tu oído a mis razones.
Ser prudentes (Prov. 10:19) En las muchas palabras no falta pecado (error); mas el que refrena sus labios es prudente.
Hablar con simpatía (Prov. 15:23) El hombre se alegra con la respuesta de su boca; y la palabra a su tiempo, ¡cuán buena es!
Jn.8:1-11 Jesús escribe en la tierra...reflexiona...da una nueva oportunidad...

Se cuenta que en una colina veneciana había un sabio, al que dos jóvenes quisieron desafiar. Fueron a su encuentro llevando un pajarillo en la mano, y le preguntaron al sabio si el pájaro estaba vivo o muerto. Él sin dudarlo les respondió que estaba como ellos quisieran. Si decía muerto, abriría la mano y el pájaro saldría volando, si decía vivo, él apretaba un poco la mano y estaría muerto. Él le dijo que el poder de la vida y la muerte estaba en su poder...
Prov. 15...
Una palabra descuidada puede producir rivalidades.
Una palabra cruel puede destruir una vida.
Una palabra amarga puede crear odio.
Una palabra brutal puede contaminar y matar.
Una palabra con gracia puede lubricar el camino.
Una palabra de júbilo puede alumbrar un día.
Una palabra a tiempo puede aliviar tensiones.
Una palabra de amor puede curar y ser de bendición
Las palabras tienen poder
El lenguaje dirige nuestros pensamientos hacia direcciones específicas y, de alguna manera, nos ayuda a crear nuestra realidad, potencializando o limitando nuestras posibilidades. La habilidad de usar el lenguaje con precisión es esencial para una buena comunicación.

1. Cuidado con la palabra "NO". La frase que contiene NO, para ser comprendida, trae a la mente lo que está junto a ella. El NO existe apenas en el lenguaje y no en la experiencia. Por ejemplo: piensa en "NO"... No viene nada a la mente. Ahora, voy a pedirte, NO PIENSES EN EL COLOR ROJO... Te pedí que NO pensaras en el color rojo y probablemente pensaste. Procura hablar en positivo, di lo que quieres y no lo que no quieres, por ejemplo, una persona le dice a otra, "No toques mi computadora", debería decir algo así como... "A mi computadora el único que la toca soy yo", o "Tienes prohibido tocar mi computadora".
2. Cuidado con la palabra "PERO", que niega todo lo que viene antes. Por ejemplo: "Pedro es un muchacho inteligente, esforzado, PERO..." Substituye el PERO por Y, cuando sea oportuno.
3. Cuidado con la palabra "INTENTAR", que presupone la posibilidad de falla. Por ejemplo: "Voy a intentar reunirme contigo mañana a las 8". En otras palabras: Existe una gran posibilidad de que no vaya, pues voy a "intentar". Evita INTENTAR ¡Házlo!
4. Cuidado con "NO PUEDO" o "NO LOGRO", que dan idea de incapacidad personal. Usa NO PODÍA o NO LOGRABA, que presupone que vas a lograr, que vas a poder.
5. Cuidado con las palabras "DEBO", "TENGO QUE" o "NECESITO", que presuponen que algo externo controla tu vida. En lugar de ellas usa QUIERO, DECIDO, VOY.
6. Habla de los problemas o de las descripciones negativas de ti mismo, utilizando el verbo en pasado. Esto libera el presente. Por ejemplo, "Yo tenía dificultad en hacer esto..."
7. Habla de los cambios deseados para el futuro utilizando el tiempo presente del verbo. Por ejemplo: en lugar de decir "Voy a lograr", di "Estoy logrando".
8. Substituye el "SI" por "CUANDO". Por ejemplo: en lugar de decir "Si consigo ganar dinero voy a viajar", di "Cuando consiga ganar dinero voy a viajar".
9. Substituye "ESPERO" por SÉ. Por ejemplo: en lugar de decir "Espero aprender eso", di "Sé que voy a aprender eso". ESPERAR suscita dudas y debilita el lenguaje.
10. Substituye lo "CONDICIONAL" por lo PRESENTE. Por ejemplo: En lugar de decir "Me gustaría agradecer su presencia", di "Agradezco su presencia". El verbo en presente queda más fuerte y concreto.

Hablar correctamente es muy importante. Lo que nos diferencia de los animales es el sonido ordenado que transmite la sabiduría, el conocimiento y la capacidad de comunicación. Necesitamos tener en mente que aprender a hablar correctamente, positivamente, claramente, sin dobles-sentidos o palabrotas es un camino para el control de nuestras facultades, utilizando así, un poco de aquella capacidad que despreciamos al utilizar solamente un décimo de nuestro poder divino.

Cuenta que había un enfermo ya agónico en la habitación de una clínica, el casi ya no tenia respuesta a estímulos, a su lado había un viejito que le hablaba cosas lindas con respecto a la vida, hablaba y hablaba el viejito y comenzaron a llegar familiares del enfermo los cuales sorprendidos por no conocer al viejito uno le dice…. UD quien es señor? que no se da cuenta que molesta aquí? con palabras no le va solucionar el dolor al enfermo, el viejito lo mira y le dice (cállate huevón estúpido) en ese momento toda la familia se fue a insultar con groserías al pobre viejito,,, por poco le pegan entre todos al viejo, de pronto en un momento de silencio el viejito les dice a los familiares, Estimados si solo TRES palabras mías hacia UDS le hizo enfurecer al punto que todos casi me pegan,,,,,, si mis palabras causaron eso en todos UDS no creen que algunas buenas palabras a su familiar lo podrán ayudar también.

El poder de las palabras
En una calle bien concurrida donde pasaban muchas personas, un mendigo se sentaba en la vereda y a su lado colocaba una placa que decía:
“Vean como soy de feliz!” Soy un hombre próspero, sé que soy bonito, soy muy importante, tengo una buena residencia, vivo confortablemente, soy un éxito, soy saludable y bien humorado”.

Algunas personas que pasaban lo miraban intrigados, otros lo veían como un loco y otros hasta le daban dinero.
Todos los días, antes de dormir, él contaba el dinero y notaba que la cantidad era mayor.

En una bella mañana, un importante y elegante ejecutivo, que ya lo venia observando desde hacía un tiempo, se le aproximó y le dijo:
– “Ud. Es muy creativo! No le gustaría colaborar en una campaña de empresa?
– “Adelante. Solo tengo lo que ganar”, respondió el mendigo.
Después de darse un buen baño y con ropas nuevas, fue llevado para la empresa.

De ahí en adelante su vida fue una secuencia de éxitos y después de un cierto tiempo terminó convirtiéndose en uno de los socios mayoritarios.
En una entrevista colectiva dada a la prensa, esclareció como consiguió salir de la mendicidad y llegar a tan alta posición.

– “Bien, -explicó- hubo una época en que yo acostumbraba a sentarme en las calles con una placa a mi lado, que decía:

“SOY UNA NADA EN ESTE MUNDO! NADIE ME AYUDA! NO TENGO DONDE VIVIR! SOY UN POBRE HOMBRE FRACASADO Y MALTRATADO POR LA VIDA! NO CONSIGO UN MISERO EMPLEO QUE ME DE ALGUN INGRESO! SOBREVIVO BASTANTE MAL!

Las cosas iban de mal en peor cuando, cierta noche, encontré un libro y en él presté atención a un párrafo que decía:

“TODO LO QUE UD. HABLA DE SI MISMO SE VA REFORZANDO. POR PEOR QUE SEA SU VIDA, DIGA QUE TODO VA BIEN. POR MAS QUE UD. NO GUSTE DE SU APARIENCIA, AFÍRMESE BONITO. POR MAS POBRE QUE SEA, DÍGASE A SI MISMO Y
A LOS OTROS QUE UD. ES PROSPERO.”

Aquello me tocó profundamente y, como nada tenía que perder, decidí cambiar el texto de la placa que ahora decía:

“VEAN QUE FELIZ QUE SOY! SOY UN HOMBRE PROSPERO, SE QUE SOY BONITO, SOY MUY IMPORTANTE, TENGO UNA BUENA RESIDENCIA, VIVO CONFORTABLEMENTE, SOY UN ÉXITO, SOY SALUDABLE Y BIEN HUMORADO”.

Y a partir de ese día todo comenzó a cambiar, la vida me conectó con la persona cierta para todo lo que yo precisaba, hasta que llegué hasta donde estoy hoy.

Tuve apenas que entender el poder de las palabras.
El Universo siempre apoyará todo lo que decimos, escribimos o pensamos respecto de nosotros mismos y eso acabará manifestándose en nuestra vida como realidad.

En cuanto afirmamos que todo va mal, que nuestra apariencia es horrible, que nuestros bienes materiales son ínfimos, la tendencia es que las cosas empeoren aun.
Nuestros afirmaciones van materializando en nuestra vida todas nuestras creencias.

Una reportera, bien irónicamente, lo increpó:
- Usted nos está queriendo decir que algunas palabras escritas en una simple placa modificaron su vida?

El hombre respondió, lleno de humor:
“CLARO QUE NO, MI INGENUA AMIGA! PRIMERO TUVE QUE CREER EN ELLAS”!

Así como la lluvia y la nieve descienden del cielo
y no vuelven a él sin haber empapado la tierra,
sin haberla fecundado y hecho germinar,
para que dé la semilla al sembrador
y el pan al que come,
así sucede con la palabra que sale de mi boca:
ella no vuelve a mí estéril,
sino que realiza todo lo que yo quiero
y cumple la misión que yo le encomendé.
Is. 55. 10-11